Cuando agarré el lápiz, la goma de borrar y esta hoja no tenia idea de qué escribir.
Podría hacerme
Mi mar, cielo y Horizonte
Luna Sol, y estrellas.
Día y noche
También es mi cometa Halley.
Mi todo; mi nada.
Mi razón y mi demencia
La lealtad y traicion de mi distante corazón
Mi vida y mi Muerte
Tormenta y serenidad.
Lapiz y borrador,
Mi cuerpo y también mi alma.
El amor y el Odio,
El perdón y el rencor;
La cercania y distancia,
Prescencia y ausencia.
Libertad y Encierro.
Mi Agonía.
Mi caja de Pandora,
Mi mar, Mi tierra
Norte y Sur
Frio y calor
Dulzura y Amargura
Ese punzante dolor y aquél sereno alivio.
Él es todo. Es que hay muchos poemas y escritos sobre el amor. Pocos de esos entendí, hasta que él emergió de la nada cual fenix resucitado entre sus cenizas, su perdición.
Su mirada, como un tormentoso mar verde y algo difuso se transparenta agonizante la tristeza que tuvo alguna vez; dolores agudos en el lado izquierdo del pecho. Esos dolores que vivió y que apenas yo me imagino. y ahora estoy para sanárselos. Para ofrecerme en bandeja como una aspirina que busca una inflamacion que aliviar. Un anticicatrizante que quiere borrar aquellas marcas que dejan una huella de la agonía.
Pero es en el lecho de ese mar donde yace la razón de mi locura. Esa tibieza, esa dulzura que me hace perder el camino que creia que estaba tan claro... Ese niño que apenas hoy puede salir de ese escondite donde estubo tanto tiempo escondido, esperando poder salir para terminar de jugar a las escondidas. Esa mirada de ternura es la que me hace perder hasta en el mas iluminado de los caminos, que me hace caer en la planicie mas uniforme. Pero que a la misma vez me estremece con sólo una mirada de reojo y me abraza con un pestaneo.
Podría estar todo el dia, gastar todas las teclas del teclado que ahora escribo, la mina del lápiz del borrador, pero nunca terminaria de describirlo.
A Él. El Único.
Sool