Se terminó. Cuesta entenderlo, quizá soy ciega, quizá mi amor por él me cegó. No lo sé. Todo se vino abajo, de la nada. Lo amo, mas que a nada en el mundo, pero por alguna razón él decidió dejar de resistir, dejar de aguantar los golpes de la distancia y la edad. Se rindió, y me desepcionó. Y lo peor, es que no puedo culparlo! . Seria mas fácil si pudiera odiarlo, si puediera culparlo de todos los males que atormentan mi vida hoy, pero no puedo. Porque el siempre , siempre pensó en mi, o por lo menos eso me hizo ver a mi. Me protegió, me cuidó. Algunas veces se rindió ante la tentación, ¿Cómo no perdonarlo? Eso lo hace más doloroso. Sólo hace que mi alma se quiebre una y otra vez, sin parar. Él es, fue y siempre va a ser mi vida y mi corazón, y ahora que él no está , ¿con qué vida me quedo yo? Mis ganas de vivir eran las que tenía de ir a la Costa para mirarlo, solo para mirarlo. Me bastaba con verle esos ojos miopes color
verde esmeralda casi para alcanzar la felicidad infinita. Con sentir su corazon al apoyar mi cabeza en su pecho, dejaba de existir el frío y lo acabable resultaba para siempre. Y no quiero rendirme, pero mis fuerzas ya acaban y sólo puedo conformarme con hablarle como a cualquier amigo, impotente al deseo de decirle cuánto me lastima no tenerlo, cuanto me hiere no decirle lo mucho que lo amo, lo mucho que me gusta sentir sus manos apoyadas en las mias, siempre transpiradas. Cómo extraño caminar con él y reirme, y muchas veces enojarme. Me duele. Me destroza besar los labios de otra persona, sin dejar de pensar cuánto extraño los suyos. La agonía nunca termina. Sólo disminuye durante el día, distrayéndome cuando "estudio", o cuando hablo con mis amigas. En mi casa intento tranquilizarme mirando televisión, leyendo, usando la PC, cocinando, lo que sea, para aliviar la desesperación y abstenerme a mandarle un mensaje. Pero siempre llega la hora de ir a dormir y todas las noches es la misma tortura. Mirar al techo hasta que el sueño venga. Y tarda mucho. Entonces empiezo a repasar mil veces mentalmente cómo fue mi relación con el. Desde el primer beso en la esquina de mi ex colegio, hasta el Chau que me dio por teléfono el martes pasado. Las lágrimas duran un rato, capaz duele un poco la cabeza, pero pasa y caigo en sueños. Casi todas las noches me desperté y me desvelé pensando en sus caricias, viendo televisión y a veces tambien entre llantos. Vuelvo a dormir y cuando despierto empieza la locura otra vez, la obsesión por él, y el dolor de no poder olvidarlo. De que todo me haga acordar a él, mi hermano está mirando el Padrino , una de sus peliculas favoritas. O cuando voy camino al colegio veo la calle Valentín Alsina que es el nombre de un CD de una banda que él decía que capaz me gustaría, o también paso por el Lago de los bosques de Palermo, y la melancolía aparece porque siempre imaginaba el dia en que ibamos a ir juntos ahí a pasar el dia, en primavera cuando haga calorcito. Toda la música. No sé porqué, la musica que a él no le gusta,porque no le gustaría que yo la escuchara, y la música que sí le gusta porque me encantaría estar escuchándola con él. Hasta ir a comprarme ropa es una tortura; pensar en qué le gustaría y qué no. Todo es así, mi vida se hizo noche en el momento en que nos despedimos por última vez como pareja.
Agarrar sus cartas me deshizo. Juntar esas pequeñas muestritas de amor que me dio durante un año y algo, me dolió mucho.
No sé qué más escribir. No creo que él lea esto alguna vez, y si lo hace, dudo que lo conmueva. Pero si lo hacés, mi amor, sabé bien que te amo. Me gustaría odiarte, quizás asi sería más fácil, pero no lo hago, y te amo con toda mi alma como lo hago desde la primera vez que te di un beso.
Sool.